¿Qué pasa después de la maniobra de Hamilton?

La maniobra de Hamilton es también conocida como maniobra de separación de membranas. Consiste precisamente en separar la membrana amniótica, donde se encuentra el bebé, de la pared del útero.

La maniobra de Hamilton es considerada un método de inducción mecánica del parto, ya que, al producirse la separación de membranas, el cuerpo comienza a liberar una hormona, la prostaglandina, que hace madurar el cuello y favorece la aparición de las contracciones en las siguientes 24 horas.

Para que un médico o una comadrona puedan realizar esta maniobra deben contar con la aprobación de la madre. En principio, se trata de una maniobra sencilla, aunque puede ser dolorosa, para poner fin al embarazo, que se hace a través del tacto vaginal.

¿Cuándo es recomendable hacer la maniobra de Hamilton?

Se recomienda la maniobra de Hamilton cuando el embarazo ha cumplido 40 semanas y no se presentan contracciones. La separación de membranas es un procedimiento ambulatorio y es una forma de evitar la inducción del parto a través del uso de medicamentos.

Hay que señalar que hasta la semana 42 el embarazo está en su rango de tiempo normal y que hay que prestar atención a otros detalles antes de elegir esta maniobra: que el cuello uterino haya comenzado a dilatarse y esté blando, y que el embarazo efectivamente haya llegado a término (semana 40 en adelante).

Otro motivo para realizar la maniobra es que el futuro recién nacido ya esté demasiado grande, presenta síntomas de estrés, y no haya señales de contracciones.

¿Cuándo no es recomendable?

No es recomendable adelantar el parto a través de la separación de membranas cuando el bebé tiene menos de 40 semanas. Aunque hay médicos y comadronas que realizan la maniobra a partir de la semana 37, a veces sin informar a la madre del futuro recién nacido.

Tampoco es recomendable si el cuello uterino no está listo, cuando existe placenta previa, o existen colonias de clamidias, estreptococos o gonococos.

¿Qué sucede después de la maniobra de Hamilton?

La maniobra se realiza en unos pocos minutos y puede producir algo de sangrado del cuello uterino, de baja intensidad, que puede durar un par de días. En ese periodo, de 24 a 48 horas, comenzarán a presentarse las contracciones.

El sangrado es una especie de manchado y no constituye peligro, pero si la hemorragia es más intensa, es importante llamar al obstetra y acudir a urgencias. También puede ocurrir que no haya sangrado, si el cuello uterino ya está borrado.

Si la maniobra se realiza bien y no hay ningún incidente, las labores de parto comenzarán en 48 horas.

También es posible que las contracciones se vayan espaciando hasta detenerse, y la maniobra resulte inútil.

Riesgos de la maniobra

No es común, pero una maniobra de esta clase puede terminar rompiendo la bolsa amniótica, y obligar a apresurar la llegada del bebé con medicamentos.

El tacto vaginal, como en otros casos, puede producir una infección, o se puede producir un desprendimiento de la placenta, lo que también obligaría a adelantar el parto.

No olvides que eres tú quien decide si se hace la maniobra de Hamilton, y que el médico o la matrona deben contar con tu aprobación.

 

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